Un
perro adoptado proveniente de la calle o de una protectora tiende a ser un
animal eternamente agradecido a aquel que lo incorpora a su hogar y le da
cariño. Sin embargo, también tenemos que tener en cuenta que este animal traerá
malas experiencias pasadas y, sobre todo al principio, puede mostrarse temeroso
y desconfiado. Nuestro perro puede haber pasado hambre, frío y malos
tratos... el mero hecho de estar perdido ya es una experiencia traumática para
un animal social como el perro Por lo tanto debemos prepararnos para
tener paciencia durante su adaptación a la rutina del hogar, no agobiarlo y
tratarlo con cariño, pero a la vez firmeza, enseñándole cual es su lugar en la
casa.